viernes, 18 de marzo de 2011

LAS DUNAS



DUNAS

Perdido en el medio del desierto
que no comprende esta soledad.
Esta soledad.

No comprende mi sueño
ni los tiempos abandonados
caminando por dunas y arenas
entre mares y playas
entre tiempos y abandonos.

No nos acoge
no se reconoce en mi,
no comprende mi caminar
ni mis fotografías
de lineas amarillas
y fondos celestes
amarillas y celestes
y verdes a veces
no más.

Abandonados estamos
consignados a espacios
a lugares perdidos
que sigo buscando
me siguen refugiando
me acogen y los añoro
como hoy añoro las calles
lejos de estas dunas
perdidas
entre la carretera
y el mar
y las playas
y yo.

Este espacio me pertenece
como yo pertenezco a esas calles ruidosas
las que niego y evito
día a día.

Acá estoy
estoy solo
entre dunas y arenas
entre calles vacías
lunas menguantes
circulos de mi.

DamoS

miércoles, 2 de febrero de 2011

PARADOJA DE TAL VEZ


Como un burro amarrado en la puerta del baile sería un buen soundtrack para este momento. Mejor sería un burro amarrado dentro del baile. Perdido. Pero la fiesta es buena a pesar de las canciones repetidas. Los buenos amigos siempre serán buenos amigos, pero nunca serán tú. ¿Y si solo tengo love? A galeras a remar.



NUESTRO TAL VEZ

Soy yo
 Y solo yo
Y esta soledad
Que no me deja
pensar claramente.
Debí continuar
Mi camino de libros
Viajes y momentos,
Refugiado en páginas intrigantes
Y carreteras sinuosas
Pero seguras al fin.
Ahora,
 Estoy estancado
Entre los libros
Que nunca escribiré
Y las historias
Que me persiguen.
Mal momento.
No deseo más
Que esta soledad
Y la compañía invisible
Entre las 5 (cinco)
Paredes que me
Cobijan.
Estoy pero no.
Sigo,
Aquí.
Soy prisionero
De nuestro tal vez.
Tal vez
Nuestros momentos,
Tal vez
Nuestros capítulos,
Tal vez
Nuestra novela
Inconclusa
Pero nuestra.
Escribo aquí
En esta prisión
En el mismo lugar
Donde te conocí.
Escribo para mí
Solo para mí.
Es mi desasosiego
Sin final aparente,
Mi desasosiego
Que me fuerza
A seguir escribiendo
Sobre este momento
En el celular infame
De mi bolsillo
Sobre mi paradoja sin ti.

DamoS

domingo, 30 de enero de 2011

una vez, una mañana


Un día sin sol, cuando hace falta la noche estrellada, Ratchus vio surgir un mostro en sus entrañas, lo quería matar pero no podía, porque para padre se sabe que debe existir amor incondicional y él lo tenía, a pesar que no quería.

Una mañana

Golpes galopan en el pecho
cuadriles se sientan en tu mesa
vinos se destapan en el corcho
botellas se revientan en el alma.

Silencio suena a la media noche
bosques de penumbra te encaran
hojas de papel se destacan
lágrimas en tus ojos se agotan.

Hojarascas de verano en tu boca
la piedra ignora la roca,
recordemos a aquella loca
que hoy ni en sueños te toca.

Mañana será diferente
un cielo de nubes sugerentes
descansará sobre tu mente
y morirás eternamente.

Mucha rima entrecortada
cigarro que se apaga
mañana
una vez mañana.

Palabras, sólo palabras
se decantan por naturaleza
vamos a ver si tu belleza
logran títulos en mis galgas.

Perros que me ladran
hocicos con comparsa
minutos de esperanza
mañanas sin palabras.

Grasa que no alcanza
momentos para la esperanza
iconos que se abrazan
y tu madre es templanza.

Mañana te cuento
como dormí la noche
si no suena un buen viento
es seguro que por ti miento.

Borracho conspicuo
galardonado por hombres,
mejor es con mujeres
si el galardón es prematuro.

Mañana te cuento
como fue en Juliaca
pasé dos temporadas
en los algodones de la mañana.

Hoy escribo entre polvo y meridianas
sucio ha quedado mi jardín de buenos días
mala yerba que hoy me da alegría
mientras el fango confabula
desde las entrañas.

Mañana te cuento
como un ataque de hipo
se safó de mi maraña
y se ha convertido en mi guadaña.

Moriré en paz
con los amigos de verdad
extrañando mi cuerpo
por el de que vendrá.

Termino mi oración
para que tú no me extrañes
porque por devoción
yo no existo ni en tu canción.

Una mañana del día siguiente será
entre olas de mar abierto
tú me has de recordar
porque nunca te dije lo que yo siento.
Ratchus

miércoles, 5 de enero de 2011

EL HAMBRE


El hambre estaba por todas partes, hacia todas partes, por todos lados. Comenzaba a gobernar ese pequeño espacio donde vivo y añoro. Ahí estaba y seguía. Seguiría.

HAMBRE
En la penumbra vaga e inconsciente el cuchillo inmisericorde atormenta las vísceras.
Se siente fuego líquido.
Fuego viscoso
Fuego frío.
Su color debe ser blanco y lechoso como la sangre de algunos árboles
Atormenta el vientre con dolor ciego, como la boca de un pozo.
Puedo ver los intestinos revolviéndose como lombrices
Buscando el calor entre ellas
Agolparse
Morir juntas
Aplastarse
Constreñirse
Caníbalizarse en ese pozo
Finalmente caen como un fardo orgánico, sanguinolento
El polvo la cubre por un momento
La luz de arriba destella partículas sobre algo tan preciso
Como la evidencia de una masacre.

Den Taplan

jueves, 16 de diciembre de 2010

Piraña matai, piraña mata



Al cruzar el río Ratchus dio mil gracias y muchos besos al lagarto que lo había ayudado, tanto a pasar el río como a otorgarle la confianza de que no lo mordería. Dispuesto el último beso sobre la piel acorazada del cocodrilo, este clavó sus afilados dientes sobre el pecho de Ratchus, lo último que él llegó a escuchar fueron las palabras de disculpas casi imperceptibles que se repitieron hasta apagarse: lo siento, es mi naturaleza, soy un lagarto.

No debí

No debí tomar de aquel río
levantando el agua con la mano cortada
no se sumerge la sangre que mana
en un cuenco lleno de pirañas.
No debí mirar bajo las piedras
buscando al alacrán que la condena
a ser una roca inerte que mata
aunque nadie la haya levantado.
No debí oler las flores de la mañana
sabiendo que el avispero estaba cerca
infestadas estaban de agujas
aquellos girasoles que si dañan.
No debí salir a cazar aquella presa
armado sólo de entusiasmo
es una condena anticipada
enfrentarse a una fiera de largas garras.

Pero bebí, busqué, olí y al animal me enfrenté
forzando la crepitación inminente
del cráneo que con sonrisas se alimentó
mordido, picado y cortado terminé
por hacer lo que nunca debí.

Ratchus